Las fuentes convencionales de energía se agotan, contaminan y tienen un impacto muy negativo para el medioambiente, principalmente por sus enormes emisiones de CO2 a la atmósfera.
Al contrario que las energías procedentes de combustibles fosiles, las energías renovables son limpias e inagotables y ayudan a frenar el cambio climático provocado por el efecto invernadero y el calentamiento global.
La energía solar es una de las principales fuentes de energía limpia y renovable. La producción de esta energía tiene un impacto positivo en el medioambiente, al no usar recursos naturales limitados y ser de las menos contaminantes.
Algunas de las ventajas de la energía solar fotovoltaica para el medioambiente son:
- No produce emisiones y por tanto no contribuye al efecto invernadero.
- Los sistemas de placas solares son muy silenciosos
- Para producir energía solar no se necesita usar agua, elemento vital cada vez más escaso.
- No producen ningún tipo de residuo.
- Los paneles solares son sostenibles: están fabricados principalmente con silicio, un elemento que se obtiene de la arena, tienen una vida útil muy larga (hasta 30 años) y casi el 90% del panel es reciclable.
El crecimiento de las energías renovables es imparable e imprescindible para frenar el impacto del cambio climático, el cual está teniendo efectos cada vez más devastadores para el planeta y los que vivimos en él.
Respetar y proteger el medio ambiente, luchar contra el cambio climático o generar riqueza son algunos de los motivos para elegir las energías renovables.
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